Hoy es el Día Internacional de la Mujer, y los medios se rinden a mostrar esa "realidad" que justifica la necesidad de que exista este día: Discriminación laboral, sueldos más bajos que los hombres, lenguaje sexista....un sinfín de argumentos que unidos dan la sensación de que no hemos avanzado absolutamente en nada. Tengo casi 27 años, y desde que tengo uso de razón (no hace mucho de ello ;), vengo escuchando a políticos y organizaciones la bonita frase "hemos avanzado, pero todavía queda camino". Creo que muchas de esas personas se han desviado de ese camino, que hace más de cien años empezaron a recorrer muchas mujeres implicadas con el dolor y el sufrimiento de la mujer. Evelyn Cunningham, una periodista americana feminista, resumía con esta frase el dolor de la mujer en la sociedad occidental "Las mujeres suponen el único colectivo oprimido de nuestra sociedad que conviven en asociación íntima con sus propios opresores" me ha parecido dura, quizás expresada ahora recibiría una respuesta muy diferente a la del pasado ¿o no?
Hablar del Día de la Mujer es hablar de historia, y me voy a quedar con eso, ya que creo que es necesario mirar en el pasado y poner en el lugar que se merecen a los grandes nombres que pusieron su alma y su vida por un futuro diferente.
Quiero hablar de una mujer apasionante: Clara Zetkin es una de esas mujeres luchadoras, la he elegido por mi fascinación por la historia Alemana. Era una política comunista muy influyente, así como una luchadora por los derechos de la mujer. Estudió magisterio en Leipzig y, desde muy joven, mantuvo contacto con las juventudes del Partido Socialdemócrata alemán. Su relación con los revolucionarios rusos propició su matrimonio con un joven exiliado de esa nacionalidad: Ossip Zetkin. Cuando Bismarck prohibió el Partido Socialdemócrata en 1881, Clara Zetkin decidió exiliarse por imposición propia, y pasó la mayor parte de la década en Suiza y París. Allí escribió y distribuyó literatura clandestina, y también conoció a numerosos líderes socialistas internacionales.
Casi diez años después, y tras participar en el congreso fundacional de la Segunda Internacional Socialista en 1889, regresó a Alemania y, desde Stuttgart, editó el periódico de mujeres socialistas Die Gleichheit ("Igualdad"), que se publicó entre 1892 y 1917, e intentó la reorganización de la sección femenina del partido. En 1907 fue colaboró en la fundación del Congreso Internacional Socialista de Mujeres, y en 1910, en el contexto de otra conferencia de mujeres socialistas celebrada en Copenhague, propuso que el 8 de marzo fuese el Día Internacional de la Mujer, resolución que quedó aprobada desde entonces.
Amiga personal de Lenin y de la escritora y activista revolucionaria Rosa Luxemburgo, Zetkin organizó la primera conferencia internacional de mujeres contra la Primera Guerra Mundial (1915); fue cofundadora de la Liga Espartaquista en 1916 y se unió al nuevo Partido Comunista de Alemania en 1919, en el seno del cual llegó a ser miembro del Comité Central y del Reichstag desde 1920.
Fue elegida para la presidencia de la Tercera Internacional en 1921, pero a partir de entonces pasó cada vez más tiempo en Moscú, especialmente a raíz del auge del nacionalsocialismo. Tras la muerte de Lenin en 1924, empezó a perder gran parte de su anterior influencia. Entre 1957 y 1960 se publicaron en Berlín oriental tres volúmenes de sus obras selectas con el título de Ausgewählte Reden und Schriften (Escritos y discursos seleccionados).
Clara Zetkin murió el 20 de junio de 1933 en Moscú, Rusia, a la edad de 76 años. Fue enterrada junto a la muralla del Kremlin en Moscú...
Clara murió lejos de su patria, olvidada por muchos, pero su legado seguro que pervivirá siempre, su lucha no ha muerto. La pena es que tergiversemos los mensajes de esas personas que nos los dejaron y muchos dieron su vida para poder gritarlos y que pasaran a la historia....
Leyendo la cantidad de valientes que ha tenido la historia y en un día como el de hoy, me hago una pregunta ..¿Somos unos desagradecidos con los luchadores del pasado?...les debemos tanto...
