El nuevo tratado sobre la administración de los recursos genéticos, adoptado recientemente en Japón, establece las bases de un nuevo orden económico y ecológico, subrayó hoy el director ejecutivo de la Convención de la ONU sobre Biodiversidad.
Durante una conferencia de prensa celebrada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Ahmed Djoghlaf explicó que se trata de un instrumento jurídicamente vinculante que permitirá a los países en desarrollo obtener beneficios de la explotación de sus recursos genéticos por compañías farmacéuticas, de cosméticos y de productos derivados del agro.
“Por ejemplo, con las comunidades indígenas, con las comunidades locales y el gobierno. Se trata de dar un incentivo a los propietarios de estos recursos. De lo contrario por qué deberían explotarlo”, dijo Djoghlaf.
El alto funcionario afirmó que el tratado es un hito en términos de desarrollo sostenible.
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