La polémica está servida, hace unos días la ministra Bibiana Aído aseguraba que las jóvenes de dieciséis años eran lo suficientemente maduras para abortar sin necesidad del consentimiento paterno, del mismo modo que se las considera aptas para casarse o mantener relaciones sexuales. No todo el mundo comparte una actitud tan confiada respecto al criterio de las jóvenes.
La polémica arrancó con una imresionante campaña realizada por la iglesia católica en la que comparaban la protección del lince ibérico con la que deberían de tener los bebés antes de nacer. Es la forma que ha encontrado la iglesia de hacer frente a una medida que, según ellos, no debe de plantearse.
Si se analiza el proyecto con rigor, se puede comprobar que Europa ya ha debatido con intensidad el aborto en sus respectivos países. Detrás de ese artículo polémico por el que las niñas pueden abortar a los 16 años sin consentimiento de los padres, hay un intento de ser coherentes con la realidad social en la que vivimos. Es decir, las niñas de 13 años pueden mantener relaciones sexuales sin consentimiento, pueden acudir a un centro de planificación familiar y no tener que dar explicaciones ni permisos a sus tutores legales y lo más importante, hay un mercado clandestino enorme que hay que sacar a la luz de alguna forma.
Quizás sea un debate largo y tedioso.....
0 comentarios:
Publicar un comentario